miércoles, 8 de junio de 2011

Otra vez el "Pacto"

En menos de 48 horas, destacados políticos como Josep Antoni Duran y Lleida, Manuel Cervera o Soraya Sáez de Santamaría, han vuelto a poner encima de la mesa, el tan traído y al parecer deseado “pacto por la sanidad”. Digo “parecer”, porque vuelve a escena un clásico de la política sanitaria española de los últimos años. Venimos hablando desde el informe Abril Martorell de “pacto por la sanidad”, sin que hasta la fecha, la incapacidad de nuestros políticos (de todos), lo haya hecho posible. Insisto, de todos.

Sin ir más lejos, hace pocos meses se cerró una Comisión Parlamentaria, presidida por Gaspar Llamazares, que se supone iba a realizar unas recomendaciones, que con la aritmética en la mano, solo pueden pasar por un “pacto”. Yo me pregunto si realmente alguien se tomó en serio ésta flamante Comisión vistos los resultados. Buenas voluntades habían en sus señorías, aunque el impacto y el contenido de las conclusiones pueda ponerlas en duda. Yo tuve el honor de comparecer ante la misma, hecho que agradezco, y de ser escuchado e interpelado.  

Como anécdota personal de mi visita a la Carrera de San Jerónimo, guardo el recuerdo de no haber podido saludar personalmente al Presidente de la Comisión, ya que el azar quiso que coincidiera con un acto de homenaje al juez Baltasar Garzón y –a hechos me remito, debió ser mucho más importante para la Presidencia asistir a un evento de estas características, que ejercer la encomienda de la Cámara en una Comisión financiada con los impuestos de todos los españoles. Pero es obvio que el señor Gaspar Llamazares tenía otros intereses fotográficos o partidistas, y no era el futuro del Sistema Nacional de Salud, lo que más interesaba al diputado de Izquierda Unida aquel día.

Lo he dicho ya en este blog y públicamente en numerosas ocasiones: soy pesimista sobre el “Pacto”. ¿Ustedes creen que a unos meses de unas elecciones generales, y con un gobierno en retirada, y con una oposición que lo único que quiere es desgastar, restar y no sumar, va a ser posible plantear un pacto?. Pues la verdad: NO. Por ahora parece imposible acercar posiciones, y esto significa situarnos en el horizonte de un año. Y doce meses es mucho tiempo dada la grave situación financiera por la que atraviesa el Sistema Nacional de Salud. Quizás sería bueno pedir a nuestros representantes que no malgasten palabras, que no las desvirtúen, cuando todos sabemos que no está este tema en la agenda inmediata ni a corto ni medio plazo, como no lo ha estado desde los últimos 20 años.  

Si contempláramos el “Pacto por la Sanidad” como un inmenso puzzle que hay que construir,  estoy convencido que iríamos encajando numerosas piezas con cierta facilidad: Reforma de la Atención Primaria, Autonomía de Gestión y Gobernabilidad de los Centros Hospitalarios, Mayor poder de decisión y autonomía de los Profesionales Sanitarios,  Racionalización del Gasto Farmacéutico o Modelos de Colaboración Público-privada para la Financiación de Infraestructuras, son solo algunos ejemplos de aquellos temas que con determinados matices serían ampliamente consensuados e irán encajando en el “Pacto”.

Existen pero, algunas piezas especialmente incomodas que, o no se encuentran o no acaban de encajar, o sencillamente "molestan".

Hay una que se lleva la palma. La palabra maldita que nadie quiere pronunciar, pero que está en boca de todos, al menos de los medios de comunicación, que no desaprovechan la ocasión para preguntarle al político que tienen en frente si está a favor o en contra.

Han acertado.

Estamos hablando del COPAGO. ¿Está usted de acuerdo en implementar el copago en Cataluña? le preguntaron ayer martes al Sr. Duran Lleida en el Forum Nueva Economía que se celebro en el Hotel Ritz de Madrid. Obviamente respondió que no. La Presidenta electa de la Comunidad de Madrid también se ha expresado en estos términos en numerosas ocasiones, y  también el Consejero de Salud de Cataluña ha dicho que no, pública y reiteradamente. No digamos ya la actual Ministra o la anterior, o muchos otros  políticos que se han referido a ello en los últimos meses. El rechazo es público y notorio.

¿Es pues el copago la pieza que no permite que avancemos en el deseado “Pacto”?. Quizás. La verdad es que no estoy seguro, ya que hay otras medidas que podrían generar más rechazo o más oposición, y que no se comentan en voz alta o no se discuten con tanta exaltación, por lo que podemos intuir que esta es sin lugar a dudas, la medida más controvertida, la más impopular, la que puede generar más “indignación”.

Yo no he sido partidario del copago durante mucho tiempo. De hecho me he manifestado en contra. Pero hoy he cambiado de opinión, y soy partidario de establecer -con todos aquellos condicionantes que sean necesarios para mantener la equidad de acceso al sistema, algún tipo de copago que actúe de moderador de la demanda sanitaria o que financie algunos de los servicios no sanitarios asociados a la atención sanitaria. No se trata solo de una medida recaudatoria, que lo es, se trata de un instrumento que aminore la sobre-utilización que tienen nuestros servicios sanitarios, que regule el acceso a algunos servicios o prestaciones del sistema. No debemos olvidar  que ya existe un copago en España, y es el asociado a la prestación farmacéutica, y que los condicionantes que tiene este copago no lo hacen equitativo, ya que solo interviene como factor corrector del mismo el ser un trabajador en activo, pensionista o viuda o viudo de uno/a de los anteriores.

No hay duda que en una situación de crisis económica como la actual, de una precariedad social que nunca habíamos visto, y con un horizonte donde es difícil vislumbrar tiempos mejores, hablar de copago puede resultar insultante, descarado, y generar como decía antes mucha indignación. Soy muy consciente de ello, y por eso he contextualizado la medida bajo el epígrafe de “todos aquellos condicionantes que sean necesarios para mantener la equidad de acceso al sistema”. Se trata por lo tanto de definir los condicionantes, de diseccionar todas las situaciones que podrían generar inequidad o injusticia social -si podemos utilizar esta terminología, en definitiva ponernos de acuerdo en los mismos y en la forma de aplicarlos.

Por otra parte se trataría, como ya se hizo en la época del Ministro Romay Beccaría,  de ver que se está haciendo a nuestro alrededor, analizar que es lo que esta ocurriendo, y escoger el mejor sistema y el más justo. Valga una aclaración, no por haber hecho mención a mi buen amigo y admirado Ministro, quiera esto decir que el copago fuera o sea una propuesta del Partido Popular. Ni mucho menos. Existen países con copago que han tenido gobiernos socialistas o social-demócratas  y han mantenido esta medida.

Le podremos dar muchas vueltas al tema, de hecho hace años que lo estamos haciendo, mientras nuestros vecinos y socios comunitarios como he comentado, tienen sistemas de copago que funcionan y que no parece que rompan la equidad o sean la carcoma del estado del bienestar, ni mucho menos, pero más tarde o más temprano, el tema volverá a estar en el centro del puzzle, como la pieza que falta para completarlo. Y sería una lástima que esta fuera la escusa para no llegar a un acuerdo que garantice “por todas” la sostenibilidad de Sistema Nacional de Salud. Deberíamos no ser valientes, si no responsables.

Madrid, 8 de mayo de 2011.







No hay comentarios:

Publicar un comentario