lunes, 19 de septiembre de 2011

La "vuelta"

He de confesar que la vuelta a la rutina diaria, ha sido más difícil que otros años. Quizás porque dos semanas no son suficientes para “recargar las pilas” o porque no fui capaz de desconectarme de las noticias sobre las turbulencias financieras que estaban azotando en pleno mes de agosto a los mercados bursátiles y a la maltrecha economía española, intentando vislumbrar de qué forma o con que intensidad todo lo que estaba pasando iba a afectar a nuestro entorno y  trabajo.  Me incorporé con un viaje a Canadá para visitar las obras del Hospital de Fort Sant John que estamos construyendo -aire fresco y país con un 4% de paro, y ya de vuelta en Madrid, la situación seguía y sigue preocupante, un día sí y otro también.
He estado perezoso y ciertamente preocupado, y por todo esto re-emprender mi auto-compromiso con mi blog no ha sido tarea fácil. Pero bueno, “aquí estoy”, pero “quizás no se me espera”…
De lo más destacado de estas últimas semanas en relación al mundo sanitario ha sido y es el tema de la deuda sanitaria que afecta a la mayoría de las CCAA. Empezó por Cataluña, con el anunció de un Plan de Recortes antes de las elecciones municipales y autonómicas, y ha seguido, como era de esperar, con auditorias y afloración de las facturas y deudas de las CCAA que han cambiado de color, y que según algunas fuentes –entre ellas la de Ana Pastor, sitúan en 9.000 millones de euros.
Una de las noticias más contundentes sobre la real situación en la que nos encontramos ha sido la deuda que el nuevo Gobierno de Castilla La Mancha ha tenido que afrontar  con las farmacias de esta Comunidad, y que provocaron una de las primeras huelgas de este sector que yo sepa. Es solo la punta del “iceberg” de una situación explosiva, que en los próximos meses va a poner al sistema lo que se dice literalmente en la “picota”.
Ayer mismo, el diario “El País” publicaba que la multinacional Roche había dejado de suministrar citostaticos a los hospitales  griegos, por lo que los pacientes en tratamiento antitumoral tenían que adquirir los medicamentos en las farmacias y pagarlos de su bolsillo. No es el único laboratorio que emprende una medida de estas características. Según el mismo periódico Novo Nordisk y Leo Pharma ya retiraron fármacos de Grecia por los recortes.
Hace un par de semanas en un evento que se celebró en Madrid sobre la “Sostenibilidad del Sistema Sanitario” organizado por el sindicato  AMYTS, un alto ejecutivo de Roche me comentó que hay CCAA que les adeudan facturas de más de dos años. Mientras esto pasa, en el debate que se suscitó tras las intervenciones de los ponentes de la mesa redonda, los facultativos continúan reclamando mejoras salariales, reconocimiento de carrera profesional, y la consolidación estatutaria de las plantillas.
La noticia publicada este domingo y que he comentado anteriormente sin supongo pretender ser “alarmista”, llega tarde –se entiende dada la fuente y que la mayoría de las CCAA estaban gobernadas por el PSOE, pero es la constatación que estamos al borde del abismo. La equidad en nuestro sistema se está rompiendo, sin que los dos grandes partidos políticos quieran admitirlo y continúen utilizando la sanidad cual dardo envenenado para matar al contrario. Nadie está a la altura de las circunstancias, y ahora menos, ya que estamos sumidos ya en una campaña electoral innecesariamente larga, y que podríamos resumir en “nosotros si defendemos las políticas sociales” (PSOE) frente al “nosotros si las defenderemos” (PP).
A los primeros ya los conocemos: lo han recortado todo empezando por las pensiones. Los segundos lo están haciendo en las CCAA en que están gobernando –no les queda otro remedio, lo que ofrece al votante en este ámbito pocas opciones, por no decir ninguna, si no es la de ahorrar para irse pagando los medicamentos que no podrá obtener de la sanidad pública.
Me entristece decirlo, pero dada la crítica situación que vive nuestro país, no veo políticos con suficiente calidad ética y moral para enfrentarse a la realidad, y ejercer un liderazgo que la sociedad necesita. Y hablo, no de conocimiento ni de capacidades. Hablo de ética y de moral. Porque solo bajo estos principios se puede decir la verdad y gestionar la realidad. Y por crudo que sea, eso es lo que hay, por lo que tendremos que movilizarnos desde la sociedad civil –y no hablo de movimientos como el 15-M, hablo de colectivos como los profesionales sanitarios por ejemplo, que tendrán que implicarse en la gestión del sistema, más allá de lo que son sus derechos laborales, o de las universidades, para hacer posible que dejando de lado la batalla partidista, seamos capaces de avanzar en la sostenibilidad de nuestro sistema sanitario.
Asistí el lunes de la semana pasada a una mesa redonda organizada por la UOC (Universitat Oberta de Catalunya) aquí en Madrid. Tuve como compañeros de mesa a Enrique Castellón, ex subsecretario del Ministerio de Sanidad con le Ministro Romay Becaria, y a Francisco Revilla, ex Consejero de sanidad de Asturias con el PSOE. Mi buen amigo Julio Villalobos puso en la mesa tres preguntas: ¿Es sostenible el SNS?, ¿Se puede gestionar este Sistema?, y la última ¿Cuáles son sus recetas para garabntizar esta sostenibilidad?
Como pueden ver, fáciles preguntas con respuestas difíciles, en especial la tercera cuestión planteada. Como que ninguno de los ponentes tenemos ahora responsabilidades políticas se pudo hablar con cierta libertad, y allí quedaron nuestras recomendaciones: en el limbo de los justos.
Tendremos ahora la oportunidad de leer y analizar los programas de los partidos políticos. Allí veremos las “recetas” para esta situación. Espero que veamos luz, y no tinieblas, aunque mucho me temo que será difícil vislumbrar las voluntades reales de los partidos que concurren a estas elecciones generales. Tendremos tiempo de analizarlo, pero como dije antes, no se me ocurre dejar solo en las manos de los políticos, todo lo que hay que hacer para la darle la “vuelta” al  sistema.
Buen retorno!!
19 de septiembre de 2011

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